20 de julio de 2010
Los efectos del café en la salud
El extendido consumo de café en el mundo ha hecho de este aromático brebaje una especie de afrodisíaco para la ciencia, capaz de producir exaltados y contradictorios debates.
A pesar del paso de los años y de los cientos de estudios realizados, los expertos no logran ponerse de acuerdo sobre los efectos del café en la salud humana.
Las siguientes son algunas de las preguntas y respuestas más frecuentes en las mesas de discusión médica.
¿Contribuye el café a la formación de cáncer?
Como con casi todos los alimentos posiblemente cancerígenos, no existen estudios concluyentes que relacionen el café con esa enfermedad.
Por el contrario, hay análisis que indican que podría contribuir a la prevención de algunos tipos de cáncer, como el de colon.
El café tiene cerca de 1.000 componentes químicos, muchos de los cuales son antioxidantes. Mientras más fresco, mejor: si se bebe hasta 20 minutos después de su fabricación, el cuerpo retiene por cerca de 30 días unas 300 sustancias benéficas.
¿Afecta la salud reproductiva de las mujeres?
Por años se dijo que el café era culpable de abortos espontáneos, bebés de bajo peso al nacer, pechos fibroquísticos e infertilidad femenina.
Hoy esa teoría no tiene mucho cuerpo y casi todas las partes coinciden en que beber café no es dañino para la salud reproductiva de la mujer.
A pesar de ello, durante el embarazo se recomienda limitar el consumo a dos tazas diarias como máximo. El abuso podría aumentar en un 50% el riesgo de pérdidas y provocar epilepsia en el bebé.
¿Qué relación tiene con el insomnio?
La cafeína aumenta la actividad mental. Eso es un hecho. Muchas personas se quejan de que no pueden dormir después de tomar mucho café, pues a la hora de acostarse están muy inquietas. Tanto que hay quienes lo relacionan con los ataques de pánico.
Otros, en cambio, se duermen rápidamente, pero tienen sueños vividos e intensos. Y dicen que los disfrutan.
¿Es adictivo?
Más que por razones químicas, el café puede ser adictivo por motivos sibaríticos. La cafeína no tiene el mismo efecto que drogas como la cocaína o la propia nicotina, pero los que abandonan el consumo de café muchas veces se quejan de dolores de cabeza y ansiedad.